martes, enero 03, 2006

principio del final o final del principio. (año nuevo en el campo)

La maleza habia crecido, habian plantas donde nunca pense que habrían, los animales ya no estaban.
Por eso debe ser que todo creció, pensé, estaba todo tan tranquilo, el patio ese que solo se llama patio por una convencionalidad de las casas, estaba quieto, sin sonidos, y las por fin frondosas copas de los arboles tapaban todo y se sentia un silencio luminico sorprendente, la tranquilidad de aquel lugar todavia me tiene alla, esa tranquilidad de sentir todo libre todo dejado, como que la etapa por fin terminó y es hora del cambio, como que todo llegó al equilibrio de lo perdido de lo olvidado, descansando finalmente en la melancolía que causan los recuerdos.
Las manos no dan a basto para mantener como fotografía aquel lugar, se necesitaría otra vida entera, una vida de esfuerzo y trabajo, fuera del mundo, fuera de todo.
Pero aún de esa energía ingente que fue en y de ese lugar quedan sus restos, restos tienen la incertidumbre de su fecha de expiración, pero no de su calidad, no eso no se discute...
El campo por fin estaba tranquilo, horrible para los que se mantienen de una imagen de piedra creada a la fuerza por la sociedad, pero hermosa y delicada en el transito hacia una nueva etapa, asi veo por fin que la paz de esa moradora de esa vida alcanzó plenitud, fisicamente, y en lo etereo, lo intangible, todavía esta ahí y aún cuando nadie lo recuerde, aún cuando la casa por fin se caiga, aun cuando los que no son dueños se apropien de lo ajeno, estara todo ahí y aqui y alla,
recuerden... nada desaparece, solo se transforma.